La lucha contra el monopolio digital
Crónica del paso de Richard Stallman por Rosario
por: Juan Chiummiento para diario Cruz del Sur
El mentor del movimiento mundial por el Software Libre estuvo en la ciudad la última semana. En todos los encuentros que mantuvo, abogó por la migración hacia aplicaciones que promuevan “la libertad del usuario”, contra el actual sistema de “programas privativos”.
Richard Stallman, fundador y líder del movimiento por el Software Libre en el mundo, visitó Rosario la pasada semana y en su paso por la ciudad, le demostró a toda aquella persona que se le pusiera en frente –llámese político, periodista, estudiante- la necesidad de asumir la responsabilidad ética de migrar hacia aplicaciones informáticas que promuevan la libertad del usuarios, luchando así contra los que él denomina “programas privativos”, promotores de auténticas esposas digitales.
Tanto en su entrevista con el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) Darío Maiorana como en su charla con el intendente Miguel Lifschitz, así como también en las distintas ruedas de prensa o en la disertación ante 600 jóvenes en la Facultad de Ciencias Exactas, Stallman dejó en claro qué debe tener un programa para mofarse de llamarse libre.
“Tiene que asegurarle al usuario las cuatro libertades básicas: la de ejecutarlo con cualquier propósito, la de estudiar su código fuente y modificarlo a gusto, la de copiarlo y distribuirlo para ayudar a otros, y la libertad de poder mejorarlo en beneficio de la comunidad”, explicó el barbudo programador, que el pasado mes de marzo cumplió 57 años.
Así, una y otra vez, Stallman fue explicándole a propios y extraños los fundamentos de su teoría, elaborada ya hace más de casi tres décadas, cuando se lanzó, en 1983, al proyecto GNU, que perseguía crear un sistema operativo completamente libre. Paso siguiente creó la Free Software Foundation, para aunar esfuerzos en pro de sus objetivos, y más tarde inventó el concepto de copyleft, con principios contrarios al copyright, que protege los derechos de autor.
El primero que se entrevistó con RMS –así le gusta que lo llamen, según declaró en su biografía- fue Maiorana, quien en principio tenía pautado un breve encuentro, que se extendió sin embargo por más de 40 minutos. Allí, el estadounidense le pidió al rector de la UNR que adopten su sistema, que de esa manera serían una de las primeras universidades en “escaparse” del software privativo. “Será un ejemplo que citaré en mis conferencias”, le prometió, en caso que se cumpla el encargo.
Con similares intenciones se encontró más tarde con el máximo responsable del gabinete local. Luego de escuchar cuáles eran los cuatro principios fundamentales de la teoría stallmiana, Lifschitz le explicó que la Municipalidad de Rosario adoptó, desde 1996, una política de implementación de software libre, la cual se mantiene hasta hoy, con interesantes resultados, como la herramienta InfoMapa o el proyecto Muñiz.
“Es un buen ejemplo para otros municipios, pero aunque se ha hecho mucha migración, no se ha llegado todavía completamente a la soberanía informática, porque no se ha elimitado todo el software privativo de las agencias públicas. Queda camino por hacer, pero creo que es posible planear lo que resta, para llegar al destino de 100% libre”, reflexionó Stallman sobre las acciones del Ejecutivo local.
Por último, en lo que fue el cierre de sus actividades oficiales el pasado jueves, brindó una charla libre y gratuita en el auditorio de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, donde 600 personas estuvieron presentes ante un discurso –en perfecto español siempre- sobre la filosofía libre.
Más allá de lo informático
Los postulados de Richard Stallman, un estandarte de la lucha anti-sistema a nivel mundial, se extienden más allá del plano técnico: en todos sus discursos, remarca la responsabilidad ética de adoptar los cuatro principios básicos. Recién allí, “el sistema social del uso del programa es ético, porque respeta la libertad de los usuarios, y son ellos los que mantienen el control del programa individual y colectivamente al mismo tiempo. Y nadie tiene poder sobre nadie”, sostuvo en el encuentro que mantuvo con la prensa.
Así, el estadounidense involucra términos que van más allá de la informática, mezclando conceptos foucaltianos –como el de vigilancia, desarrollado por el filósofo francés en el célebre texto Vigilar y Castigar- con las ideas orwellianas plasmadas en el clásico 1984.
“Los programas privativos, con el poder que poseen sobre los usuarios, suele mandarlos, explotarlos y abusarlos. El caso más frecuente es que tiene funcionalidades malévolas, porque cuando una empresa adquiere poder sobre alguien, suele ejercerlo para ganar aún más. Por ejemplo, el Kindle de Amazon –dispositivo que lee textos digitalizados-, que vigila, restringe al usuario”, expuso.
- Secciones: